La Victimización del Músico En la Era Streaming


La Victimización del Músico En la Era Streaming

Por William Padrón@williampadron


Esta semana en los círculos musicales se hablaba de la polémica sobre Spotify y cómo los músicos se sentían ofendidos. Todos daban sus opiniones, razonamientos, pero la molestia era el leitmotiv. En medio de toda esa vorágine de improperios agridulces, me puse a reflexionar en alternativas que podrían hacer las bandas. ¡Basta de quejas!

¡Veamos el contexto!

Daniel EK, CEO de Spotify, en una entrevista a Music Ally a finales de Julio dijo unos hechos sobre la industria musical y dejó estas perlas:

“No puedes grabar música una vez cada tres o cuatro años y pensar que eso será suficiente”.

“Los artistas de hoy se están dando cuenta de que se trata de crear un compromiso continuo con sus fanáticos. Se trata de poner el trabajo por encima del storytelling alrededor del álbum y de mantener un diálogo continuo con tus fans”.

“Siento que los que no funcionan son los que quieren lanzar música de la forma en la que se hacía antes”.

Estas declaraciones desataron la furia de los músicos que lo tildaron de no entender la diferencia entre mercancía y arte, tampoco que deba decirles cómo vivir de la música porque no es su realidad, ya que no conoce cómo funciona un artista y su creatividad. El descontento principal tiene que ver con las bajas regalías que perciben con el modelo de negocios de la plataforma.

Así empieza la ¡Victimización de los músicos en la era de streaming! La susceptibilidad convertida en disconformidad. La ira interna por no entender cómo desarrollar su carrera en estos tiempos. Su molestia es interna, se siente asfixiado al no hallar respuestas sobre cómo entender el cambio. Daniel habló desde lo que ha visto de cómo es el funcionamiento de su plataforma.

Spotify es un mal necesario. Es una de las plataformas que ha contribuido a la desaparición de la piratería como la conocíamos. Un artista invertía en fabricación de CDs físicos que no lograba vender porque había un negocio alternativo de “quemaditos” en las calles, además sus fanáticos preferían descargarlos desde un servidor. Al final se quedaban con una cantidad de material que se perdía.

Dejemos claro una cosa: el fanático no pirateaba música, simplemente iba tras el contenido que le gustaba y, el hecho de descargarla, no implica que sean delincuentes. Era la manera que existía.

En estos tiempos en el que tener un CD es un problema y que el mercado del Vinilo parece estar en ascenso, aunque no puedas escucharlo en la calle, los fanáticos usan aplicaciones como Spotify, Apple Music, Deezer, Tidal y la lista sigue.

Servicios streaming en el que pagan un costo mensual por acceso ilimitado a una cantidad de música: canciones, discos, de manera legal.


Volvamos a Spotify y veamos estos datos:

Existen más de 299 millones de usuarios en esta plataforma de los cuales 138 millones son Premium, es decir los que pagan suscripción mensual.

El catálogo de canciones del servicio supera los 60 millones de canciones.

Cada día se suben a Spotify más de 40.000 canciones, entre novedades, catálogo viejo, remasterizaciones, compilados, etc.

Con toda esta información y números millonarios, el artista debe preguntarse ¿por qué soy tan importante para que me escuchen? ¿qué estoy aportando? ¿mi música tiene algún valor para una audiencia específica?

¿Ya vamos entendiendo al Sr Daniel? Nunca dijo que quitaran la música de su plataforma. Alguien decía “Quitemos las canciones de Spotify”.

Recuerda que hay 180 millones de usuarios que pagan suscripción ¿le vas a decir que vayan a tu bandcamp sólo para escucharte a ti? Hay más de 60 millones de canciones ¿se va a perder todo ese acceso para ir a tu soundcloud a oír las 10 que pudiste grabar?

Entre los múltiples comentarios me llamaba la atención uno que se repetía: “La música y los artistas son los que menos valora la gente”. Me hizo reflexionar en la victimización de esta frase. Sentirse menospreciado porque su obra no es conocida, responsabilizar a una audiencia por los pocos resultados de su trabajo ¿qué es esto?

Los fanáticos también tienen trabajos con realidades diferentes e invertir en un vinilo, una camiseta, un ticket a concierto, merchandising del artista y todo lo que representa apoyarlo, requiere de dinero ¿estamos conscientes de sus ingresos y lo que le cuesta desembolsarlo porque un puñado de músicos reclama atención? Contenido de valor entonces. Sí, el público también come.

La música produce ira, alegría, tristeza o sosiego. Está basado en las experiencias de su autor que conectan con las emociones de su audiencia. Esto quiere decir que el arte de crear canciones es un contenido que va a un consumidor ávido por experimentar sensaciones.

La gente quiere tumbar gobiernos a través de las canciones, enamorar a una pareja, recordar un ser querido, ir al gimnasio con energía sonora. La música nos acompaña. Le toca al artista conectar esas emociones, hacer que su obra sea parte de la inspiración o motivación de su fanaticada.

“¿Entonces ahora tengo que ser un influencer?”, leía en otros comentarios, como si un artista no fuese parte del entretenimiento. Tienen redes sociales e interactúan con sus seguidores. Si la gente debe conectar con tus canciones, está ávida de conocer el significado de tus letras, lo que hay alrededor de cada canción, la creatividad. Justifica la importancia de tu tema en la vida de la gente, sino otro lo hará y escucharán a ese otro artista de los millones que existen en Spotify.

¿Por qué debería comprar mercancía de una artista si puedo comerme una hamburguesa con ese dinero? Se trata del valor que tu fanaticada le da a tu música y lo que hay alrededor de ello. La gente no va a un show por lástima, sino por el placer que le produce. Ya lo sé, estamos en cuarentena… pero volverán los shows.

Antes se decía: “El CD es una carta de presentación”. Spotify no es la única fuente de ingresos, sino que funciona como un medio para exponer tus canciones, mostrarte y aunque el modelo de negocio no sea el más indicado, eso es lo que hay. No estás invirtiendo un CD físico, así que hay costos que se reducen.

Tal vez no seas The Weeknd, Drake, Dua Lipa, J Balvin, Ariana Grande, Justin Bieber, Ed Sheeran, Marshmello, Khalid o Lady Gaga, el Top10 de la plataforma que van desde los 50 a 60 millones de reproducciones… pero la cosa no va de quejas. ¡A trabajar!


Spotify como la nueva carta de presentación

Los medios usan links de las plataformas para mostrar tu música, acompañando la nota. Los grandes festivales piden vínculos de tu discografía para conocerte. El enlace de tus canciones o lanzamientos, es lo que te permite promocionarlo en redes sociales ¿cuántos discos físicos te hubieses gastado por cada envío? Sin contar el costo de traslado o si debes hacérselo llegar a un promotor fuera de tu país.

Cada lanzamiento representa una oportunidad para destacar, crear una serie de historias que serán compartidas, crear expectativas y mantener a tu audiencia atenta. Crear comunidad es esencial. ¿Dónde está toda esa gente que te sigue en redes? Ciudad, gustos, lo que más disfrutan de tu música. Ahí sabrás quiénes realmente se interesan en pagar por un contenido de valor que le ofrezcas.

No es solo Spotify, sino todo el resto de plataformas que funcionan para monetizar, capitalizar el contenido. No tiene que ser el artista el que haga todo, para eso reúnes un equipo de trabajo que se engancha en tu propuesta.

Sí estás seguro de que tu obra vale y genera ingresos, entonces no es un problema invertir en personal que te ayude a escribir, editar, tomar fotos, diseñar. Se llama el negocio de la música y como todo emprendimiento tiene sus costos de arranque.


Mantener la avidez de tu comunidad

Hay un hecho real en este momento, ¡estas solo! Eres independiente y aunque no lo creas, tienes la facilidad de crear, inventar y moverte con mayor tranquilidad que Travis Scott o Lady Gaga. Las disqueras multinacionales empiezan a sentirse amenazadas por los sellos y artistas independientes.

Sellos como Universal Music, valorado en 22 mil millones de dólares en la era del streaming y el aliado más importante que tiene Spotify en este momento, siguen reinventándose. Ya no trabajan como antes, se adaptaron al cambio y se fortalecieron.

¿Cuánta gente te sigue en redes? ¿Quiénes son capaces de pagar por un contenido que le ofrezcas? ¿Conoces estas variables?

Es lo que Daniel decía sobre “crear un compromiso continuo con sus fanáticos” y “mantener un diálogo continuo con tus fans”. Ellos están ávidos de todo lo que le puedes ofrecer. Si no le das algo, otro lo hará. Así de simple.


Visibilizar tu carrera

Contenido de valor: Tus fanáticos no te siguen solo por la música, entienden que hay una conexión adicional de pensamientos, gustos, estilo de vida. Procura que se identifiquen con otras actividades que realizas tipo gamer, ecología, política, social, etc. Cada artista tiene su personalidad.

Cuenta Historias: Tus canciones tienen significados que a los fanáticos les gusta escuchar, leer, compartir. Una canción tiene su narrativa, su contexto. En la era streaming nos saltamos los temas con facilidad. Haz que la audiencia se interese por los primeros diez segundos de tu track. Emociónalos, diles de qué va.

Temas vs Disco: Ya que grabaste diez canciones, no las mezcles ni hagas materización a todas. Selecciona una para cada mes o cuenta seis semanas. Piensa que tendrás un año para trabajar este material. Eso te da la oportunidad de mantenerte activo y en el camino hallarás alguna colaboración, seguro querrás corregir algún tema. Tienes todo ese tiempo para darle un tratamiento personalizado a la canción.

Sé que alguien va a salir a decir “No se pueden tener diez temas promocionales y que todos sean éxitos”. Eso me hace pensar en que no tienes un disco, sino pocas canciones que sirven, entonces tu creatividad es limitada. Ya pasamos por eso de comprar un CD con tres canciones buenas y el resto relleno ¿quién nos devolvió ese dinero?


Ideas para capitalizar

Revisemos la base de datos ¿Tienes ya una ordenada? Usa un landing page de suscripción. Ofrécele a tus seguidores en redes un contenido exclusivo, puede ser el video antes de que salga la canción en plataformas con un link privado a quienes dejen datos de su nombre, mail, ciudad. Eso te servirá para hacer un mailinglist con tus siguientes conciertos, nueva mercancía, live streaming, etc.

Desde ese momento vas a comenzar a entender quiénes son tus seguidores fieles, los que pagan por tu contenido, los que les interesa lo que haces y ya, etc. Empieza a organizarte.

No existen el CD, no hay librito, fotos. Spotify tiene la opción de mostrarme las letras de las canciones ¿para que quiero un papel? Entonces te propongo mas. Agarra las fotos de la sesión de grabación, escribe anécdotas de lo vivido en el estudio, comenta sobre el proceso, entrevista al productor, habla de los equipos que usaste, etc.

Edita un libro y véndelo. ¿Te acuerdas de la base de datos? Puedes tener una edición física o digital por un costo más bajo. Antes hablamos de invertir en los costos de esto.

Tienes una cantidad importante de contenido de videos, viajes, entrevistas personales, monólogos, bromas, etc. Edita todo eso y ofrécelo como exclusivo a tus fans fieles, en plataformas como Patreon. Pueden pagar una mensualidad para tener acceso a actividades y material solo para ellos. Verás cómo te animas a crear más y más.

Fabrica calcomanías con tu logo, la portada del sencillo o un motivo alrededor del lanzamiento y le colocas un código QR para que tus fanáticos sean dirigidos a las principales plataformas.

Hay otras fuentes de ingreso… pero de esto no trata este post.


La canción es lo mas importante.

Es el mismo contenido, pero con nueva distribución. El acceso a la música se democratizó, ahora muchos más artistas pueden grabar un disco, desde su cuarto, todos tienen acceso a plataformas. La oferta musical es mayor. El trabajo es mantenerse vigente. Incluso en estos tiempos de cuarentena. 

El contenido musical se sigue creando como siempre, una idea, sonoridad y listo. La canción es lo importante, todo lo que desemboca en el gusto de sus fanáticos, con lo que viven, lo que les emociona. Hay muchas oportunidades y entender que cada artista y género tiene su forma de trabajo, exposición y audiencia, te dará mayor libertad.

La música nos hace feliz y es importante en nuestras vidas. Empieza a trabajar, crear, emocionarte y disfrutar.

Entiende que hay factores como la planificación y el tiempo que crean impacto en los lanzamientos… La culpa no es de Daniel Ek, ni de los fanáticos.

Si eres de los que tiene un “plan b” por si la música no es rentable, entonces fracasarás. Invierte en tu carrera, enfócate en tu oficio, responsabilízate por tu contenido ¡Basta de quejas!


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